jueves, 12 de abril de 2012

Corrupcion Policial


La delincuencia policial puede definirse como  un fenómeno policiológico (lógica policial) que suele afectar solapadamente a todos los niveles de la cultura policial por muy bajo o alto que sea el rango del policía. Lo cual incluye comisarios, generales y directores de la policía o de las fuerzas armadas. Los delitos de policías tienen una variedad tan amplia como la que existe en los tipos del Código Penal.  El policía delinque como cualquier otro tipo de ciudadanos, pero por delitos policiales pueden entenderse mejor aquellos que se realizan utilizando el cargo, los medios, instrumentos, armas, documentos o información que está sólo al alcance de los hombres con placa.
También existen delitos policiales por omisión, tanto del deber de socorro, como por la ocultación o destrucción de pruebas que deberían de aportarse a algún procedimiento judicial. Un “mal policía” deliberadamente puede impedir que la judicatura llegue a conocer la verdad. En estos casos, la labor de un perito forense especializado suele ser trascendental.
Existen numerosos criterios para clasificar los tipos policiológicos y algunos de los peritajes sobre actividades policiales son el reconocimiento o constatación de denuncias informales y formales, realización de informes periciales, revisión o auditoría de dictámenes periciales y policiales, revisión de procedimientos policiales y contraste en terreno de la labor policial. También el peritaje sirve o puede ser solicitado para reforzar sospechas, hipótesis o teorías policiales.
En principio una diligencia policial debería constatar hechos documentados o testificados (fácticos), sin hacer valoraciones subjetivas, aunque es un frecuente error policial el incluir opiniones, a veces muy impertinentes, (sesgo del “piensa crimen” o quien posee una verdadera compulsión mental para elaborar hipótesis duras, lo cual facilita la adaptación y selección de solamente las evidencias que le sirven a la elucubración).
Lamentablemente, es un frecuente error de la policía sobreactuar con prepotencia y desprecio ante otras opiniones, pretendiendo siempre impedir cualquier posibilidad de refutación. La experiencia demuestra que cuanto más hacen los policías por reprimir las argumentaciones expertas, menos validez y consideración adquieren los resultados de su trabajo.

LA IMPOSTURA DEL POLICIA CORRUPTO

De todos los delitos que pueda cometer un policía, el que hace más necesario la participación de un perito externo y experto, es en el de la “impostura criminal”, o cuando verdaderos criminales o delincuentes se hacen agentes policiales con fines y valores absolutamente opuestos a los que rigen o regulan el que hacer de las policías en sociedad.
Los “impostores policiales” son por lo general componentes de una criminalidad organizada e inteligente, que por lo general y dependiendo de la geografía están ligados al narcotráfico y grupos criminales o mafias dedicadas al tráfico de personas y de influencias.
Otro delito policial a considerar es el que trata sobre la falsedad de testigos, investigadores y peritos, que cuando son policías, pueden alterar por completo un procedimiento judicial, con el objeto de inculpar a personasinocentes.
Para estos casos, el perito experto en el análisis del comportamiento, deberá elaborar  técnicamente la prueba capaz de superar la presunción de veracidad del policía mendaz o corrupto, enfrentando o confrontando los hechos con el testimonio o presentación de pruebas falsas. Todos, los delitos policiales conllevan mentira y falsedad; Los falsos testigos de actos delictivos para falsos testimonios, imposturas, coimas, protección de criminales, resolución de casos con personas inocentes (“crímenes perfectos”) etc…

No hay comentarios:

Publicar un comentario